La ciudad de San Martín de los Andes está en medio de bosques y lagos. Al Oeste limita con el lago Lácar y se ubica al SE de la provincia de Neuquén, a 640 msnm de altura. Fue fundada el 4 de febrero de 1868, en el territorio que por aquel entonces estaba en litigio con Chile, hasta que la teoría de las “Altas Cumbres” elaborada por Perito Moreno fue el argumento que utilizó la corona inglesa, árbitro del conflicto, para expedirse a favor de nuestro país. En ese entonces la comunidad estaba formada por Mapuches, personal del Ejército Argentino e inmigrantes (holandeses, franceses, ingleses y chilenos). La madera y los molinos harineros constituían su actividad económica principal. El lago Lacar era fundamental en el intercambio de mercaderías con Chile. Hacia 1937 se funda el Parque Nacional Lanín y con ello se restringe definitivamente la explotación forestal. Ambos hechos colaboran en trasladar la actividad comercial hacia el turismo que se inició con los paseos en lanchas por el lago mostrando las veleidades de su cuenca y la belleza del paisaje andino.
Los ´70 marcan el inicio del perfil netamente turístico de la ciudad. Se construyen hoteles, restaurantes, comercios y se funda Cerro Chapelco como Centro de Esquí. Hoy el turismo es la actividad económica principal de San Martín de los Andes.
Si bien esta “aldea de montaña” tiene alrededor de 30.000 habitantes estables conserva todavía ese espíritu, por procurar la buena convivencia con la naturaleza, la armonía arquitectónica y la promoción de la vida sana.
Hacia el turismo, San Martín de los Andes ofrece 6.800 plazas hoteleras habilitadas y estandarizadas en clases y categorías según el perfil y las exigencias de sus visitantes. La oferta gastronómica es variadísima aunque los menús centro-europeos o regionales son los preferidos. El chocolate artesanal es un clásico tanto para disfrutar como un esperado souvenir al regreso.
La belleza descomunal del paisaje, el sin fin de actividades que ofrece la montaña combinadas con las de la ciudad hacen de esta “aldea de montaña” un verdadero programa de vacaciones.
Su fisonomía y las propuestas vacacionales difieren según la estación del año, por eso es ideal tanto para los deportes de nieve en el invierno como para tomar sol de sus playas en plena temporada estival.